Ayer fui a ver al teatro Maravillas de Madrid esta obra de Woody Allen. Me apetecía mucho ver a Enrique San Francisco, un actor que siempre me ha gustado, a pesar del poco cine que ha hecho.
Ha sido un actor muy poco aprovechado. El mismo lo explicaba hace años en una entrevista. El motivo era la mala vida que llevaba. Llegando tarde a los rodajes y cosas de ese estilo. En otra también contó de forma muy sincera su consumo de drogas y lo muy arrepentido que se encuentra de esa época.
Es un gran actor de comedia pero se le nota cascado. Está muy demacrado y muy delgado.
Le acompañaba Beatriz Santana, que estaba guapísima.
La obra en sí esta bien. No es tampoco ninguna maravilla pero uno pasa un rato agradable. Por 25€ no está mal.
La historia es muy sencilla: un matrimonio mas o menos aburrido conoce a unos vecinos que son también matrimonio. Al día siguiente la vecina muere y la mujer protagonista comenzará a sospechar que se trata de un crimen y no de un infarto. El resto os lo podeis imaginar.
Me pasó una anécdota curiosa. Intenté sacar como otras veces, la entrada por www.entradas.com y algo raro sucedió. No me confirmó la operación. Total, que fui con la mosca detrás de la oreja media hora antes del comienzo de la función a la taquilla. Total, que no había ninguna reservada a mi tarjeta Visa. Pero resulta que el teatro siempre guarda un par de entradas para invitaciones. Como ayer no hizo uso de ellas, nos las vendieron. Así que nos vimos la función en el mejor sitio de todo el teatro: en tercera fila y centrados.
Menuda suerte!
Reseña muy buena en el Confidencial.
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