Ayer estuve en Cantabria. Nos levantamos prontito y a las siete y media estábamos en carretera, dirección Sermat, el concesionario que comercializa Manitou en Cantabría.
Llegamos sobre las once. Una primera reunión para conocer al gerente y nos fuimos con el Director Comercial a visitar un par de clientes ganaderos.
Como es lógico no es lo mismo vender una manipuladora telescópica a un constructor que a un ganadero. Estos últimos conocen muy bien las máquinas y sobre todo, ellos van a conducir la máquina, no un empleado. Esto hace que sea un tipo de cliente que mira y remira que va a comprar. Por esa razón fueron varias visitas muy interesantes.
Pero también disfruté muchísimo el paisaje y el ambiente rural. Cantabria es muy bonita y estuve en varias granjas de vacas. Me hizo mucha ilusión volver a una explotación de este tipo. Cuando viví en Irlanda hace ya unos cinco años, trabajé durante 3 meses en una granja de vacas de leche en Tralee (Condado de Kerry). Ya contaré esta experiencia otro día.
Así que una mañana te levantas en una gran urbe y un par de horas después estás perdido en mitad del valle del Liébana, a los pies de los Picos de Europa. Muy bonito la verdad.
Como es normal en el norte nos dimos un buen homenaje, en esta ocasión en Casa Enrique en Solares. Un poquito de jamón ibérico y de pulpo a la gallega para comenzar y después una lubina. Luego descansamos en el hotel Torresport. No está nada mal, barato y además con gimnasio.
Hoy hemos vuelto de Cantabria y mañana, Albacete.
No hay comentarios:
Publicar un comentario