Gran tarde ayer en Laberinto.
No hay mejor tarde de juegos que esa que juegas por primera vez a un juego y te dices, éste termina en mi colección. Ayer me pasó con el Royal Turf . Pero vayamos por partes.
A la siempre taurina hora de las cinco nos juntamos los mas madrugadores, Deinos, Finijorge y servidor. Nos pusimos con un filler a esperar al resto. Había llevado Bohnanza, un juego de cartas clásico entre los clásicos de este mundillo.
Este juego lo había probado el otro día con mis sobrinos. Me había dejado un gran sabor deboca pues pudo jugar con nosotros mi sobrina de 6 años, Teresita. La verdad que se defendió bastante bien y se lo pasó como una enanilla.
El juego consiste en juntar cartas por tipos. Las cartas tienen unos dibujos muy simpáticos que representan judias. Las hay que son pistoleras, boseadoras, agricultoras, borrachas, etc Como solo se pueden jugar dos grupos o "plantar" como se dice en el juego, tienes que cambiar con el resto las cartas que no te interesen.
Bohnanza tiene varias de esas cosas que mas voy viendo que me gustan de los juegos: que sean bonitos y que no haya que esperar entre turnos. Aquí, cuando no estas jugando tus cartas en tu turno, tienes que estar atento a los demás para intercambiar en sus turnos cartas con ellos. Esto hace que no te de tiempo a aburrirte un solo segundo.
La partida se desarrolló en 20 minutos y lo pasamos bastante bien.
Al terminar se nos unieron Anaskela y D0NK1J0T3. Dos de nuestros mentores en este mundillo. No me entraba en la cabeza donde podían estar estos muchachos.... Me decía a mi mismo ¿qué puede ser más importante que jugar a los juegos de mesa? ¿qué coño estarán haciendo que no pueda esperar?.
Cuando llegaron mis preguntas obtuvieron respuestas. Y vi la explicación de porqué mi colección es de 25 juegos y las suyas superan la centena. Venían de comprar juegos. Bajé la cabeza y me prometí dejarles ganar al Wallenstein que luego jugaríamos. :-)
Y así empezamos los cinco una partida al Winner´s Circle, también conocido como Royal Turf. Juego diseñado por el gran Reiner Knizia.
Este juego me encantó. Es una auténtica maravilla. Vayamos por partes:
El juego consiste en una carrera de 7 caballos. Los caballos tienen que recorrer unas casillas hasta la meta. Nosotros no poseemos ningún caballo, lo que hacemos es apostar en secreto al comienzo de cada carrera quienes son nuestros tres favoritos.
A lo largo de la carrera por turnos, tenemos la posibilidad de hacer avanzar un caballo. Por la mecánica del juego puedes hacer avanzar a unos de tus favoritos o ralentizar a otro que no te convenga. Al final de la carrera se hacen visibles las apuestas y se reparten ganancias. Con un sistema también tan gracioso como que cuantos menos hayan apostado por el ganador, mayor será la bolsa del premio. Muy brillante.
Además para darle mas gracía todavía a la cosa, el último caballo es penalizado. Con lo que deberás también hacer lo posible porque uno de los caballos a los que has apostado no llegue en último lugar.
Para poder elegir a qué caballo apostar, cada uno tiene unas características que te indicarán cómo se comportará a lo largo de la carrera. Al lanzar el dado que les hace moverse, tres caras representan una cabeza de caballo, y las otras caras son un casco, una fusta (creo recordar) y una silla de montar. En cada ficha del caballo puedes ver cómo se mueve ante el resultado de una cabeza de caballo (que sucede el 50% de las veces) y ante los otros signos. Es decir, puedes antes de la carrera "estudiar" el posible comportamiento del caballo.
El juego es brillante en su planteamiento. Luego la partida resultó ser muy divertida. Hay piques constantes, risas, y emoción cuando los caballos se acercan a la última curva. La partida consiste en tres carreras , con lo que si en una no estás muy brillante puedes resarcirte en la siguiente carrera.
Nosotros incluso teníamos un speaker que anunciaba por megafonía el comienzo de la carrera.
Y los componentes están muy bien. Me encanta cuando se nota que un juego lo han hecho con cariño. Las mismas fichas de los caballos son de un cartón duro muy bonitos. El tablero está bastante bien y la caja es muy bonita. Las fichas de los caballos son muy bonitas, aunque tienen el pequeño pero de haber dos o tres con colores muy parecidos. Un pequeño pero que tiene el juego.
Pues eso, un gran juego y una gran partida la de ayer.
Y después de los caballos nos metimos con el Wallenstein. Otro clásico de los juegos de mesa. Algunos juegos de mesa te entran por los ojos. Las cosas como son. Y este impresiona. Dos mesas completas donde ubicamos un tablero de tamaño importante, nuestros cinco tablerillos individuales y La Torre de las batallas. Leches! si parecía que íbamos a dominar el mundo.
Estos juegos densos, como son El Grande, el Power Grid o este mismo, creo que se les debe sacar partido al menos a la segunda partida. Yo en esta primera no me enteré por donde iban los tiros hasta la segunda mitad. Y claro ya me habían dado por todas partes.
No voy a contar toda la mecánica del juego pues aburriría. Pero sí de algunas cosas que me gustaron.
Tienes que saber defender tus territorios y saber cual te merece la pena atacar y cual no.
Has de construir edificios con cuidado pues si pierdes el territorio, te quedas sin ellos. Así que construye lo que luego puedas defender.
El sistema de batallas es divertido. La torre es todo un acierto. Metes los ejercitos en combate en una torre que expulsará algunos de ellos, otros se los quedará dentro y expulsará algunos que no meteiste pero que estaban de antes. Cierto es que no hay grandes sorpresas, pero como vaya a la batalla 5 contra 6, cualquiera puede ganar.
Me temía un juego con mucho tiempo de espera entre acción y acción y lo cierto es que no los hay. Al comienzo de cada fase, cada jugador en secreto decide qué acciones hará. Esto hace que al llegar el momento de actuar, todo se haga rápido. Y cuando otros jugadores combaten, es muy divertido ver como termina la cosa. Tus ejercitos están en el condado vecino esperando aplastar al ejercito diezmado que ha sobrevivido a la torre.
Gran tarde de juegos, donde lo pasamos muy bien. Que de eso se trata.
No hay mejor tarde de juegos que esa que juegas por primera vez a un juego y te dices, éste termina en mi colección. Ayer me pasó con el Royal Turf . Pero vayamos por partes.
A la siempre taurina hora de las cinco nos juntamos los mas madrugadores, Deinos, Finijorge y servidor. Nos pusimos con un filler a esperar al resto. Había llevado Bohnanza, un juego de cartas clásico entre los clásicos de este mundillo.
Este juego lo había probado el otro día con mis sobrinos. Me había dejado un gran sabor deboca pues pudo jugar con nosotros mi sobrina de 6 años, Teresita. La verdad que se defendió bastante bien y se lo pasó como una enanilla.
El juego consiste en juntar cartas por tipos. Las cartas tienen unos dibujos muy simpáticos que representan judias. Las hay que son pistoleras, boseadoras, agricultoras, borrachas, etc Como solo se pueden jugar dos grupos o "plantar" como se dice en el juego, tienes que cambiar con el resto las cartas que no te interesen.
Bohnanza tiene varias de esas cosas que mas voy viendo que me gustan de los juegos: que sean bonitos y que no haya que esperar entre turnos. Aquí, cuando no estas jugando tus cartas en tu turno, tienes que estar atento a los demás para intercambiar en sus turnos cartas con ellos. Esto hace que no te de tiempo a aburrirte un solo segundo.
La partida se desarrolló en 20 minutos y lo pasamos bastante bien.
Al terminar se nos unieron Anaskela y D0NK1J0T3. Dos de nuestros mentores en este mundillo. No me entraba en la cabeza donde podían estar estos muchachos.... Me decía a mi mismo ¿qué puede ser más importante que jugar a los juegos de mesa? ¿qué coño estarán haciendo que no pueda esperar?.
Cuando llegaron mis preguntas obtuvieron respuestas. Y vi la explicación de porqué mi colección es de 25 juegos y las suyas superan la centena. Venían de comprar juegos. Bajé la cabeza y me prometí dejarles ganar al Wallenstein que luego jugaríamos. :-)
Y así empezamos los cinco una partida al Winner´s Circle, también conocido como Royal Turf. Juego diseñado por el gran Reiner Knizia.
Este juego me encantó. Es una auténtica maravilla. Vayamos por partes:
El juego consiste en una carrera de 7 caballos. Los caballos tienen que recorrer unas casillas hasta la meta. Nosotros no poseemos ningún caballo, lo que hacemos es apostar en secreto al comienzo de cada carrera quienes son nuestros tres favoritos.
A lo largo de la carrera por turnos, tenemos la posibilidad de hacer avanzar un caballo. Por la mecánica del juego puedes hacer avanzar a unos de tus favoritos o ralentizar a otro que no te convenga. Al final de la carrera se hacen visibles las apuestas y se reparten ganancias. Con un sistema también tan gracioso como que cuantos menos hayan apostado por el ganador, mayor será la bolsa del premio. Muy brillante.
Además para darle mas gracía todavía a la cosa, el último caballo es penalizado. Con lo que deberás también hacer lo posible porque uno de los caballos a los que has apostado no llegue en último lugar.
Para poder elegir a qué caballo apostar, cada uno tiene unas características que te indicarán cómo se comportará a lo largo de la carrera. Al lanzar el dado que les hace moverse, tres caras representan una cabeza de caballo, y las otras caras son un casco, una fusta (creo recordar) y una silla de montar. En cada ficha del caballo puedes ver cómo se mueve ante el resultado de una cabeza de caballo (que sucede el 50% de las veces) y ante los otros signos. Es decir, puedes antes de la carrera "estudiar" el posible comportamiento del caballo.
El juego es brillante en su planteamiento. Luego la partida resultó ser muy divertida. Hay piques constantes, risas, y emoción cuando los caballos se acercan a la última curva. La partida consiste en tres carreras , con lo que si en una no estás muy brillante puedes resarcirte en la siguiente carrera.
Nosotros incluso teníamos un speaker que anunciaba por megafonía el comienzo de la carrera.
Y los componentes están muy bien. Me encanta cuando se nota que un juego lo han hecho con cariño. Las mismas fichas de los caballos son de un cartón duro muy bonitos. El tablero está bastante bien y la caja es muy bonita. Las fichas de los caballos son muy bonitas, aunque tienen el pequeño pero de haber dos o tres con colores muy parecidos. Un pequeño pero que tiene el juego.
Pues eso, un gran juego y una gran partida la de ayer.
Y después de los caballos nos metimos con el Wallenstein. Otro clásico de los juegos de mesa. Algunos juegos de mesa te entran por los ojos. Las cosas como son. Y este impresiona. Dos mesas completas donde ubicamos un tablero de tamaño importante, nuestros cinco tablerillos individuales y La Torre de las batallas. Leches! si parecía que íbamos a dominar el mundo.
Estos juegos densos, como son El Grande, el Power Grid o este mismo, creo que se les debe sacar partido al menos a la segunda partida. Yo en esta primera no me enteré por donde iban los tiros hasta la segunda mitad. Y claro ya me habían dado por todas partes.
No voy a contar toda la mecánica del juego pues aburriría. Pero sí de algunas cosas que me gustaron.
Tienes que saber defender tus territorios y saber cual te merece la pena atacar y cual no.
Has de construir edificios con cuidado pues si pierdes el territorio, te quedas sin ellos. Así que construye lo que luego puedas defender.
El sistema de batallas es divertido. La torre es todo un acierto. Metes los ejercitos en combate en una torre que expulsará algunos de ellos, otros se los quedará dentro y expulsará algunos que no meteiste pero que estaban de antes. Cierto es que no hay grandes sorpresas, pero como vaya a la batalla 5 contra 6, cualquiera puede ganar.
Me temía un juego con mucho tiempo de espera entre acción y acción y lo cierto es que no los hay. Al comienzo de cada fase, cada jugador en secreto decide qué acciones hará. Esto hace que al llegar el momento de actuar, todo se haga rápido. Y cuando otros jugadores combaten, es muy divertido ver como termina la cosa. Tus ejercitos están en el condado vecino esperando aplastar al ejercito diezmado que ha sobrevivido a la torre.
Gran tarde de juegos, donde lo pasamos muy bien. Que de eso se trata.
2 comentarios:
Estábamos pillando el regalo del Señor de los Anillos de Metropolis, que justamente coincidimos los dos sin haberlo hablado. Yo me decidí a ir en el último momento debido a que me quedaba de camino, aunque tenía reparos por no saber exactamente que comprar, y de como iba exactamente la oferta.
Je je! no te escuses.... Llegaste tarde.
Te perdono por la cantidad de juegos que llevaste. Ya solo la pedazo de caja del Wallenstein pesaba lo suyo.
Yo procuraré pasarme el lunes o martes.
Un saludo!
Publicar un comentario